domingo, 30 de octubre de 2011

Sol obscuro (Segunda parte)

Mirar la primera parte de la Odisea Astral. Da click aquí: Amor entre dos astros

… Fue entonces cuando el Sol se dejó envolver por la obscuridad.

Este llego e ilumino de nuevo a todo, pero esta vez no irradio alegría con él, sus ecos de ilusión fueron sustituidos por gritos cegadores. A pesar de que su luz seguía presente, extrañamente esta no iluminaba la vida de aquellos que la apreciaban y aun así nadie se percató de que ahora estaban solos a la merced de la obscuridad.

De pronto el fiel acompañante del Sol; el tiempo, se presentó muy hipócrita ante él tratando de devolverle aquello que le había prometido en el pasado. Pero ya era demasiado tarde, el Sol desprecio el divino obsequio del tiempo y lo incinero lentamente, para mostrar ante todos la repulsión que sentía por este. El regalo no era más que lo que el Sol había deseado durante tantos años, el que fuera rechazado demostró que él ya no era mas lo que alguna vez fue.

La Luna al percatarse de lo que sucedía, inmediatamente trato de tocar el alma de su Sol, pero se llevó la sorpresa de que ya no existía vida dentro de él. Ella no quería aceptarlo, la idea de que su Sol yacía sobre el vacío como un cadáver viviente era inconcebible. Él se había alejado tanto de la vida, que ya no le era posible volver.

El Sol oscuro miro a los ojos de su Luna, sonrío como un ente vacío y luego la cegó por siempre con su resplandeciente luz. Él solo cumplió los deseos de su Luna, haciendo que nunca más lo viera rigiendo la obscuridad.

Desde entonces la noche se convirtió a su vez en amor y tristeza, y el día simplemente dejo de tener sentido. Aquellos que amaron al Sol alguna vez, dejaron de sentir su cobijo y comenzaron a guiar sus patéticas vidas, como los huecos objetos que siempre fueron. Las risas se volvieron banales y los llantos un simple reflejo del tejido nervioso, pues las decisiones del astro rey nunca habían sido inherentemente egoístas.

“Sol obscuro que brillas con mayor intensidad que antes. ¿Por qué tu fuego no da calor y sin embargo incinera? ¿Por qué permites una noche eterna, sin que la Luna alumbre los destinos? Pues ahora lo efímero ya no tiene mas sentido.”


Una historia siempre puede empeorar, atrévete a descubrir como...
Mirar la tercera parte de la Odisea Astral. Da click aquí: Luna Obscura

viernes, 7 de octubre de 2011

El cadáver que lloraba (Escrito 4)

No tengo idea de que significo esta vivencia, uno de mis sueños replico una predicción. La verdad es que tengo miedo, pero a la vez deseo que lo que pude presenciar se convierta en realidad. Indiscutiblemente esta vivencia me recordó a la chica que conocí dentro del hospital psiquiátrico, me identifique nuevamente con su mirada de ausencia, y su perdida noción de la realidad.

Acabo de tener un sueño digno de recordar y justo cuando este llego a su clímax, el sonar de mi teléfono obligo a la pesadilla a desaparecer. Por si fuera poco el tono de este, no era otro más que el de un tema fúnebre. La melodía sonó tan melancólica que el toque se volvió exacto para que mi frágil mente cediera aún más, ante el mar de agonías que la atacaba. La llamada era de un señor amigo mío, quien hoy conmemoraba el aniversario de defunción a su esposa, entonces pensé que el motivo de la llamada era recordarme el evento a el cual yo ya había decidido ir. Al contestar me entere de un suceso trágico, tan grande fue el impacto de la noticia que creó aún más inestabilidad en mí. "Mi hija de 14 años murió ayer en la noche de una forma bastante inusual" esas palabras provenientes de mi amigo, fueron las que crearon confusión en mi ser… yo soñé con la muerte de esa niña, antes de alguien me lo hiciera saber.

En mi sueño fui a un funeral. Lo cual fue extraño puesto que no buscaba ir uno, solo iría a visitar la tumba de mi amiga, la esposa del señor. La visitaría en su propia casa, el esposo la había sepultado en un hermoso jardín en el techo. El sueño comenzó cuando subí al techo, al llegar, encontré el piso bastante irregular, ahora nada del hermoso jardín mantenía su belleza. La tierra estaba regada por todas partes, como si alguien hubiese tratado de destruir todo vestigio de felicidad y pureza. Camine entre los escombros hasta llegar al recinto póstumo, y lo primero que observé fue la ausencia de la lápida en el suelo, en su lugar la tierra alrededor había sido movida y aún estaba fresca, incluso logre ver tres flores silvestres en el suave suelo. Al observar las flores color lila, me percate que eran las mismas que yo había comprado hace dos semanas, fueron las que di al señor en promesa a colocarlas en la lápida de su esposa. Me extraño ver que después de dos semanas, estas siguieran exactamente tan coloridas como en el día en que las compre.

Aun lado había sido cavada recientemente una nueva fosa. A pesar de ser muy ancha no era muy profunda, apenas podía caber una persona acostada. Entonces me extrañe de ver al señor con la pala aun en las manos. Fue guíe mi vista directamente a sus ojos tristes, y él solo señalo a su costado, donde se encontraba un cadáver cubierto por una sabana color violeta. Pregunte quien era la persona cubierta por la sabana, él respondió que era su hija y que lo disculpara por no haberme avisado antes. Simplemente no supe que decir ante esta situación, ya que la noticia realmente impacto a mi mente. "Solo quiero dejar libre a mi hija y unirla con la tierra…" sus palabras me causaron confusión. Pero antes de que yo pudiera decir algo, continúo diciendo que había fallecido ya hacia dos días, de una forma demasiado extraña; Ella había perdido cualquier signo vital y sin embargo estaba destinada a que su cuerpo aun conservara reflejos dignos de la vida… podía reír, llorar, incluso hablar, era por eso que él no pudo desprenderse antes del cuerpo. Al ver a su hija en ese estado asemejado a un letargo, le era más difícil aceptar que ella había muerto, todo este tiempo deseaba que aun estuviese dormida. Así que prefirió mejor enterrarla de una vez por todas y entonces dejarla partir.

Quede perplejo después de escuchar el relato. Lo único que se me ocurrió en el momento, fue brindarle una rosa que traía en la mano, la cual yo mismo había confeccionado desde un pedazo de papel rojo. El señor destapo al cadáver de su hija y coloco la rosa entre sus manos por encima del pecho, luego levanto firmemente el cuerpo y la posó cuidadosamente sobre una manta color vino dentro de la fosa. Una vez que soltó a su hija en el suelo, el cuerpo que había permanecido inanimado comenzó a sollozar, reclamando también lágrimas en los ojos de su padre. Inmediatamente quede estático sin poder decir nada, únicamente obligado a ser testigo de aquel acto inexplicable. Entonces el cadáver comenzó a llorar con mayor intensidad cada vez, hasta convertirse en el único sonido existente, retumbando una y otra vez dentro de mi cabeza.

Simplemente no podía concebir lo que mis ojos veían. De pronto la niña disminuyo el llanto, y comenzó a moverse descontroladamente desde el suelo, acompañada de fuertes balbuceos sin sentido. El señor se hinco fuera de la fosa y se dejó caer en crisis, expresándola a través de un llanto incontenible. Mis oídos simplemente ya no podían distinguir nada más, hasta que aquellos balbuceos de la niña comenzaron a tener forma de suplicas, reclamando así la atención y el silencio de su propio padre. “No por favor, no quiero ir” era lo único que ella gritaba, y lo hacia una y otra vez. Al escuchar lo que decía, quede aun más sorprendido. Pero por extraño que pareciera, por fin me atreví a tomar una decisión y descendí a la fosa, dispuesto a no abandonar a aquella víctima dentro de sus propios tormentos. Me acerque al cadáver y le susurre al oído con voz suave "tranquila, todo está bien". Ella me tomo fuertemente de la mano y abrió los ojos, expresando una mirada tan pérdida que ni siquiera se podía apreciar vida.


Me dijo que estaba bien pero que ahora no tenía a donde más ir, la habían abandonado y que no quería seguir el único camino, después se acercó a mi oído y grito “Por favor, no permitas que me lleven allá ”. De nuevo el miedo me invadió, pero aun así intrigado pregunte como era el lugar donde se encontraba, y cómo fue que llego ahí. Mantuvo su mirada pérdida y de la nada comenzó a gritar sin sentido, en seguida comenzó a llorar y entonces respondió mi pregunta "Jugaba con ellas hasta que tuvieron que irse, entonces las seguí a pesar de que prometí no hacerlo,  pero después desaparecieron y me dejaron aquí sola". Le dije que confiara y que siguiera adelante, era el único camino y ya no estaba sola. De nuevo grito con todas su fuerzas, “No quiero seguir, tengo miedo”, “No quiero, no quiero”.

Sus palabras me golpearon fuerte. Respire profundamente, entonces tome fuerzas para hincarme y la abrase, pidiéndole que no tuviera más miedo. Ella solo comenzó a repetir una y otra vez que no quería ir. Cerré los ojos y la abrase más fuerte repitiéndole que ya no estaba sola, entonces comenzó a vomitar hacia el cielo y volvió a repetir lo mismo una y otra vez. Abrí los ojos vi su rostro lleno de vómito y lágrimas, y me di cuenta de que no podría cambiar nada. Cerré los ojos una vez más para abrazarla nuevamente y al abrirlos… ya no estábamos en aquel jardín. Me encontraba con ella en un lugar desolado, era como una especie de limbo. El cielo mantenía tonalidades naranjas como el atardecer, y a su vez un hermoso azul que solo se encuentra cuando el sol está por nacer. El suelo era fangoso y oscuro, había cadáveres de animales por doquier, permitiendo que los arboles marchitos en ese lugar se mezclaran perfectamente con el ambiente.

Nuevamente apreté su mano fuerte y le dije que no tuviera miedo, a pesar de que yo sentía pavor. Ella volteo su rostro hacia mí, me miro a los ojos y señalo al horizonte dejando oír nuevamente su frágil voz “como no debo de tener miedo, has visto quien está allí ”. Sin poderlo describir, un sentimiento de nostalgia me ataco, no me atreví a mirar dentro del horizonte entonces agache mi rostro y cerré los ojos… al volverlos a abrir estaba de nuevo en la fosa. Lo primero que vi al regresar fue el cadáver eufórico, pero ahora con sus pupilas de color violeta, agitándose violentamente de un lado a otro. Entonces supe que no podía abandonarla en este momento, así que me arme de valor, la abrase y cerré los ojos. Regrese a aquel limbo y ella me dijo tengo miedo y no quiero enfrentarlo. Repetí mis palabras una vez más “No estás sola”. Comenzó a balbucear de nuevo y solo pude distinguir unas pocas palabras de su boca: “el miedo siempre se apodera de mí, cuando sé que ahí está………” No alcance a distinguir a quien se refería, guíe mi mirada hacia el horizonte y pude apreciar una esbelta figura de mujer. La niña se giró frente a mí, me tomo de las dos manos y me miro con su rostro ahora desfigurado ¿De verdad no tienes miedo? , fue todo lo que dijo.

Entonces desperté siendo reclamado por el sonar del teléfono, y a pesar de saber que fue un sueño, aun aquel mar de pesadillas me hacía sentir ahogado.

Después de la llamada de aquel hombre, tome una libreta inmediatamente y comencé a escribir lo que soñé. Nunca me había querido contar algo personal, pero esta vez fui el protagonista de una historia interesante, al menos a mi parecer. El objetivo de compartir mis pensamientos incluso sabiendo que posiblemente son estúpidos, es demostrar que se debe encarar aquello a lo que más has tenido miedo, no se puede simplemente girar la cabeza y fingir que nunca sucedió. Confieso que no sé qué pensar realmente… es decir, nunca conocí a la niña. Siento intriga de que aquel sueño violento, adquiera las deidades de un presagio. No quiero terminar de nuevo como aquella joven que conocí en el hospital, y para evitarlo solo hay una cosa que me queda por hacer… enfrentar mi destino en aquel funeral.


¿Quieres saber lo que tuve que hacer para escribirlo?
Entonces deberías de entrar aquí. Puedo asegurarte que sera interesante.

domingo, 2 de octubre de 2011

Esconde tu rostro

Tic tac, tic tac.
El tiempo está por llegar.
Puede sentirse en el aire.
La perdición se hará presente.

Las cosas se retorcerán,
seguro estallaran en tu cara.
“Detonare un colapso”.

Bang, bang, bang.
Caerán todos en crisis,
hare renacer el caos.
Estruendos, derrumbes serán lo único presente.

Rock, paper, scissors, SHOOT.
Quiero jugar y quiero perder,
que mi premio será mayor.

Frenesí fortuito, sublime descontrol,
dignos de estar a mi lado.
Espejos rotos, rostros borrosos,
"Te haré irreconocible".

Tic tac, tic tac.
El reloj vomita sin parar,
designa el momento.

"Jugare con Picasso"
Tomare un bisturí,
y te usare como lienzo.
"Deformare lo que eres"

Deja de leer que pierdes tiempo para huir de mí.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Anuncio de publicación importante el 7 de Octubre del 2011

Hola a todos, esta es la primera vez que anuncio la publicación de una historia.

“El cadáver que lloraba” será la cuarta entrega de una serie de historias que más tarde conformaran un libro titulado “Escritos de una mente ajena”.

¿Por qué anuncio su publicación? Esta nueva historia corta, a pesar de no ser lo mejor que he escrito, es una de las más significativas ya que el trasfondo que acompaña a la historia, es interesante, empezando por que la inspiración fue una pesadilla.

El sueño agresivo ataco mi mente sin piedad, hasta que logre despertar y escapar de ese mar de agonía que aún me mantenía sumergido entre sus gritos a pesar de estar despierto. Tome una libreta entre mis manos y me dispuse a escribir absolutamente cada detalle del sueño, colores, sonidos, texturas, todo…

Pero no fue suficiente, puesto que las palabras al despertar estaban escritas a un ritmo frenético, haciéndolas imposible de comprender por alguien más que no fuera participe del sueño.  Así que después de perder la inspiración y no poder reescribir la pesadilla en una historia congruente… tuve que someterme a un estado de conciencia alterada. Evite dormir oportunamente durante casi una semana, y el día que más cansancio me aquejaba, decidí poner mi alarma a las 2:57 am. Desperté bajo el sonido de un réquiem, prendí mi computadora y comencé a leer textos oscuros que había decidido dejar en mi pasado. Reviví parte de lo que yo era, abrí la gran ventana de mi cuarto y deje que la tormenta mojara mi espalda, mientras yo escribía sin césar al escuchar canciones fúnebres a todo volumen en los audífonos.  El cielo oscuro parecía caerse, incluso los truenos podían escucharse a pesar de que la música presentaba decibeles altos. Simplemente inconcebible la forma en la que retome la inspiración. Mi corazón el cual presenta bradicardia latía intensamente, mis manos temblaban continuamente, mi mirada se movía de un lado a otro sin enfocar nada y mi respiración nunca disminuyo su ritmo…

Termine de escribir y me di cuenta que ya eran las 5:04 am… La historia me absorbió por completo, recordé todo el sueño oscuro, el cual tuve que cambiar en algunas partes para evitar revelar miedos y deseos inconscientes en mí. Después de eso no pude dormir bien durante algunos días. No es lo mejor que he escrito, pero espero poder trasmitir la fuerza con la que lo sentí.

Gracias por leerme y espero os guste lo que publicare el día predestinado.


Escrito 4: El tan anhelado escrito ya ha sido publicado
http://gritos-inconscientes.blogspot.com/2011/10/el-cadaver-que-lloraba.html

Les recomiendo seguir leyendo abajo.



(Si desean entender en su complejidad esta historia, les recomiendo leer por lo menos “Dádivas de ángel (Escrito 3)”. Claro está que lo mejor sería leer las tres historias previas de “Escritos de una mente ajena” dejare los links abajo.

Escrito 1

Escrito 2

Escrito 3 ¡Este es el que deberían leer principalmente!

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cuando las palabras en forma de letras roban tu vida

La hipergrafía es un trastorno psicológico que produce en aquellos que la portan, una insaciable sensación de escribir. Querido lector-escritor ¿Te suena?

¿Cómo es que las palabras inician a robar tu vida? Primero eres aquejado por periodos de conciencia alterados que inician con emociones intensas (en su mayoría son con base en el miedo, pero también estados de éxtasis embriagantes se hacen presentes), la confusión comienza a guiar tu vida, y después la perdida de la noción de la realidad y de la ubicuidad reclaman tu atención. Algunas otras características de personas sumergidas en la tinta, pueden ser tales como girar la cabeza de un lado a otro enfocando visualmente lo primero que encuentran, gritar sin motivo aparente, impulsos corporales enérgicos (como tomar la pluma con mucha fuerza), cambios bruscos de temperamento, también que las extremidades se sacudan violentamente incluso hasta acabar en daño. En ocasiones aparece la sensación de que se encuentran cayendo o flotando en el aire.

¿Qué más se puede relacionar, a la pérdida del alma misma entre las letras? Diálogos internos y extensos sobre temas filosóficos y/o religiosos tales como vida y muerte, amor y odio, perdón y venganza, tranquilidad y caos, luz divina y fuego diabólico entre otros temas que a menudo terminan por convertirse a un nivel donde ambos coexisten formando parte de uno mismo. Por dar algunos ejemplos: Vivir en la muerte y amar al odio. Los trastornos compulsivos y obsesivos también tienen lugar en personas esclavizadas por este trastorno, en especial la atención y retención descontrolada en los detalles (me declaro culpable de esta última).

La hipergrafía tiene como una de sus causas mejor comprendida,s la epilepsia del lóbulo temporal. Se tomó a uno de los objetos de estudios con el trastorno y al practicarle un electroencefalograma, este mostro picos epilépticos en el lóbulo temporal derecho. Para ser diagnosticado (clínicamente) con hipergrafía o “síndrome de Geschwind” se deben cumplir estas características: 1) Insaciable deseo por escribir; 2) Una profunda vida emocional (en ocasiones descrita como hiperfilosófica o hiperreligiosa); 3) Volatilidad emocional; 4) Libido sexual alterado; 5) Sobreinclusión, ocasionada por una atención excesiva al detalle. Por agregar un dato más, cabe resaltar que el escrito debe de ser significativo al menos para el autor, y esto no tiene que ser de buena (generalmente la hipergrafía no genera obras de artes).

A veces uno puede pensar que se escribe mejor cuanto más enfermo mental se está (orientar los escritos a un ritmo frenético es fantástico). Tenemos al gran Nietzsche que demuestra que el psiquiátrico es un precio justo a pagar, con tal de que tus palabras adquieran peso “los que me van a leer nacerán dentro de cien años”,  unas gran frase que nos regalo.

Lo interesante aquí son las personas como tú mi querido lector-escritor, que probablemente al igual que yo cumplamos más de una de las características. Manteniendo fuera de la escritura una vida "normal"… ¿Deberíamos ser considerados parte de este selecto grupo de escritores?


Estos dos escritos hablan de como una historia puede cobrar vida... me pregunto si esto reafirma en mí la demencia por las letras.

¡Los monstruos de tinta existen!:
Léelo en voz baja y rescatame

No olvides este otro, habla de una tinta sin rostro:
Las palabras vienen por mí

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